En orden de efectividad tenemos los siguientes filtros:
1. Diatomeas: una filtración excepcional
Las diatomeas son algas marinas, unicelulares, microscópicas fosilizadas, se distinguen especialmente por la estructura compleja de sus paredes celulares, las cuales están fuertemente impregnadas de sílice.
En principio son más adecuados para las instalaciones de piscinas de uso privado, lo cual no significa que no se utilicen en instalaciones de gran caudal, pues dado que la filtración a través de la diatomeas es de alta calidad representa un importante ahorro en el consumo de los productos químicos, lo que puede llegar a ser rentable.
Son los más efectivos con una capacidad de filtración de 7 micras.
2. Filtros de cartucho: una instalación económica
Tienen como principal ventaja una instalación simple y económica, la finura de su filtración es de 10 a 20 micrones.
Se instala para piscinas de poco volúmen.
Después de cada filtrado deben ser lavados para eliminar los sedimentos y mantener su rendimiento.
3. Filtros de arena:
Su finura de filtración es de 60 micrones lo que genera más tiempo y costos en el mantenimiento de una piscina aseada.
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