Para que una piscina luzca su imagen más limpia es necesario contar con un adecuado tratamiento físico del agua. Bombas y filtros juegan un papel fundamental a la hora de conseguir un baño con todas las garantías sanitarias y de funcionamiento.
El sistema de filtrado del agua de una piscina resulta fundamental para poder obtener un baño con todas las condiciones higiénico-sanitarias de seguridad para los bañistas.
La Filtración debe ir siempre acompañada de un buen tratamiento químico, es decir, que ninguna de estas características logrará el fin buscado por sí solas.
El equipo de filtración ha de realizar seis funciones fundamentales, generalmente por medio de una válvula selectora de seis vías para pequeños diámetros o, por medio de un cuadro de válvulas para diámetros superiores:
La constitución, diseño y dimensiones del filtro, dependen del medio o producto filtrante escogido, del caudal de trabajo en m3/hora y de la velocidad de filtración, predeterminada en m3/hora/m2.
Dependiendo del medio filtrante escogido, se necesita disponer de un sistema coadyuvante a la misma, mediante la adquisición de una solución floculante, controlada y regulada, sobre el caudal de agua a filtrar. En este caso se encuentran las arenas de silex, las atracitas filtrantes, las zeolitas así como medios de reciente aparición en el mercado.
En los casos en que, el medio filtrante utilizado sean las tierras de diatomeas o los cartuchos de celulosa, nunca debe aplicarse el efecto de floculación. Al tener una alta capacidad de retención, quedarían las cargas colmatadas de inmediato (acumulación de sedimentos)
Los filtros en las instalaciones de piscinas, casi siempre trabajan a presión, es decir que, siempre que trabajan se encuentran llenos de agua, alimentado por la lo las bombas y, para evitar los problemas de corrosión, generalmente se construyen con materiales sintéticos industriales. Es necesario que dispongan de sistemas de purga de aire, manual o automática y manómetros indicadores de la pérdida de carga producida por el grado de colmatación de lecho filtrante.
¿Dónde han de instalarse los filtros?
Los filtros, de cualquier modelo, deben instalarse siempre, lo más cerca del vaso de la piscina, con una distancia media de 4 mts y, a ser posible, a un nivel mínimo de medio metro debajo de la lámina del agua en la piscina. Para distancias superiores debe tenerse en cuenta la pérdida de carga que ello represente.