La Higiene siempre depende del propio usuario, quien está obligado a ducharse antes de entrar al agua, por ejemplo, sin embargo, para evitar posibles infecciones también es importante vigilar las condiciones sanitarias relativas a la calidad del agua.
En Panamá las piscinas se convierten en Paraíso de ocio para toda la familia sin importar la época del año pero si no tenemos en cuenta algunas medidas higiénicas, el baño en la piscina puede llegar a provocarnos indeseables infecciones como: otitis, conjuntivitis, rinitis, hongos, entre otras.
Durante el verano el calor y el agua son dos factores que contribuyen a la proliferación y contagio de algunas enfermedades producidas por bacterias y virus. Un error bastante común es creer que cuanto mayor sea el nivel de cloro, más limpia está el agua, cuando en realidad una cantidad superior a la exigida puede repercutir en la salud de la piel y ojos. De este modo, el principal agente desinfectante del agua es el cloro, sin embargo, su cantidad dependerá también de la temperatura del agua, la extensión de la piscina, la presencia de rayos solares y la introducción de otras sustancias químicas en el agua.
Hay que tener en cuenta que un nivel escaso de cloro favorece a las bacterias, pero un exceso de cloración puede causar conjuntivitis y quemaduras. Para conseguir este equilibrio la dosificación debe ser continua y las cantidades comprobarse varias veces al día.
LA CALIDAD DEL AGUA Y EL pH
El pH del agua también determina su calidad, los niveles apropiados aseguran la acción del cloro y evitan la corrosión de las máquinas depuradoras. El exceso o el defecto del pH disminuye la eficacia de la cloración e irritan las mucosas.
AGENTES CONTAMINANTES
- Bacterias: causantes de rinitis, otitis, conjuntivitis o gastroenteritis. Durante el baño, parte de la flora microbiana de las mucosas de una persona puede pasar al agua y de ahí a otra persona. A pesar de que esta flora no afectará a alguien sano, sí resulta peligrosa para alguien con defensas bajas.
- Virus: microorganismos resistentes al cloro en las dosis mal empleadas.
- Hongos: se encuentran en las zonas húmedas (vestidores) donde se extrema el empleo de calzados.
PUNTOS PARA TENER EN CUENTA
- Los bañistas deben ducharse antes de entrar a la piscina.
- Las personas que acuden al área de baño con calzados de calle o vestidas se consideran fuente de contaminación.
- Las tormentas se consideran también contaminantes, ya que introducen en el agua hojas, polco y tierra.
MEDIDAS IMPRESCINDIBLES DE HIGIENE
- No entrar en la zona de baño con calzado o ropa de calle.
- Ducharse antes y después del baño para eliminar gérmenes y partículas.
- Si es una persona con mucosas excesivamente sensibles deberá, además de protegerse con gafas y tapones de oídos, evitar la inmersión de la cabeza.
- Es recomendable utilizar calzados de baño al momento de caminar por el área de la piscina, vestuarios.
- Utilizar toallas distintas para el descanso en el césped y para el aseo personal.
- Secarse después de cada baño y poner especial cuidado en los pliegues de la piel y oídos.
- Las personas con un mayor volumen de sudoración tienen que tener especial cuidado ya que una mala higiene puede aumentar el riesgo de infección por hongos.
- No bañarse nunca en la piscina si se padece de alguna enfermedad contagiosa que pueda afectar a otros.
- Utilizar gorros de baño.
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